"El Nombre Divino"
Antes que nada, soy conciente de que este tema se ha hablado en muchas páginas y blogs de Internet, pero también creo firmemente, que esta página no tiene que ser la excepción al tema.
En muchos lados, algunos “maestros” mal enseñan a sus “discípulos” respecto a infinidades de temas, pero el más preocupante (creo también el principal y más esencial) de todos es respecto al Nombre Santo de D-os.
Sin más preámbulos, comienzo con este tema, en forma corta y concisa.
Un poco de historia.
El libro Bereshit (“Génesis”) nos cuenta que cuando HaShem se le revela a Avraham, no se presenta bajo ningún nombre específico, sino que posteriormente se lo pasa a conocer como “SHADAI”, lo que literalmente algunos (sobre todo en el cristianismo) pasan a traducir como “Todopoderoso”. Según los sabios de Israel, este nombre “SHADAI”, más que un nombre es una cualidad y concretamente esta palabra no es más que una sigla: “Shomer Dálet Israel” (“El Guardián de las puertas de Israel). Sea cual sea la traducción e interpretación que le queramos dar, al parecer pueden darse por válidas. La cuestión que tanto Avraham, como Itzjak y Iaakov, conocieron a HaShem y lo han llamado de algún modo “SHADAI”.
En el libro de Shmot (“Éxodo”) encontramos que cuando Moshé Rabenu tuvo el encuentro con HaShem, Él mismo se le presenta como “el D-os de sus antepasados; el D-os de Avraham, D-os de Itzjak y D-os de Iaakov”. Luego, más adelante en tan sólo unos pocos pasukim de algún modo Moshé le exigió que le revelase un nombre para presentarse ante Paró (Faraón) y ante k´lal Israel. En Su hermosa sabiduría, no le revela más que lo siguiente: “Anojí ehiéh asher ehiéh”, lo que naturalmente, en las biblias cristianas se lo mal traduce como: “YO soy el que soy”. Esta oración no es fiel a su significado en hebreo, pues, en el hebreo antiguo no existe el presente en primera persona. Esta oración tiene cuatro traducciones literales: “Yo fui el que fui”, “Yo seré el que fui”, “Yo fui el que seré” ó “Yo seré el que seré”. Hay una explicación que citan algunos respecto a esta frase y que al parecer es válida: “Moshé, no importa mi Nombre!!!, lo que fui seré y viceversa, no hace falta más nada!!”.
Entonces aquí vemos que tampoco nos revela un Nombre. A partir de ahora, cada vez que se lo nombra a D-os, en cada pasuk donde aparezca Su Nombre, aparecerá הוהי, o en otros casos se lo llama o nombra con otra de sus cualidades como por ejemplo “Creador”, “Rey” o sencillamente “D-os”.
El nombre de D-os en la actualidad.
En las biblias cristianas (sobre todo en las Reina-Valera y similares) generalmente mal aparece la palabra “Jehová”. En las biblias católicas sin embargo, aparece “Yaveh”. En ambos casos, lamentablemente debo comentar que NO SON los nombres verdaderos de D-os, por el contrario es un juego de letras (con vocales agregadas) que desvirtúan y profanan el Santo Nombre הוהי.
Por otro lado, en las biblias judías, no encontramos el Nombre Divino por el cuidado de no profanar el Santo Nombre del Creador, por ello, en el judaísmo en general, a D-os se lo llama “ELOHIM” (D-os), “ADONAI” (Mi Señ-r), “HASHEM” (El Nombre), “SHADAI” (Shomer dalet Israel), “BORÉ OLAM” (Creador del Universo), entre otros.
Sin dar conocimiento de otras denominaciones, éstas a D-os lo llaman como “Yahweh”. Esto no es sólo un error de pronunciación sino también que es horror gramatical y una profanación del Nombre Divino!!.
Volviendo al judaísmo, es un claro ejemplo de que ningún ser humano tiene derecho a pronunciar el Santo Nombre de HaShem, ya que al hacerlo (conciente o no) podría profanarlo.
Dice el Midrash de que sólo Moshé supo el Nombre verdadero de D-os (de setenta y dos letras) y que le fue prohibido pronunciarlo ante un ser humano. Este nombre solamente habitaba en el Kodesh haKdoshim.
De manera que, sin querer ofender a nadie, debemos entender que HaShem tiene un Nombre Divino el cuál solamente conoceremos cuando estemos ante Su trono, no tenemos ninguna forma de pronunciarlo ni menos de transcribirlo ni hablarlo por fonética. No nos queda (como seres humanos que somos) más que llamarlo por sus condiciones o cualidades.
Shalom!!!
Sebastián Mac Dougall
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